Mi abuelo.

 Hoy es un día triste para mí.

Como cada 10 de Mayo, me acuerdo de mi abuelo.
Hoy tendría 100 y pico años.

Nunca os he hablado de él, pero fue una persona muy importante para mí.
Era este de la foto.
Y sí, con la cara pagaba. Era una auténtica fuerza de la naturaleza.Image
Para que os ubiquéis, era de una muy buena familia inglesa; poca pasta pero mucho nombre.

Sobre todo porque su familia, mi familia, había estado en todos los fregaos militares de los últimos 250 años:

Los Boers, la India, Crimea; y de las Mundiales, la 1 y la 2.Image
Ya sabéis que eso en Reino Unido marca la diferencia, no como aquí, que sólo nos peleamos entre nosotros. Pero bueno...

Si te apetece, te explico su historia... 
Dejadme que os presente al otro perla de la historia, su amigo de juergas y correrías, Fergus.

Y sí, aunque parece más calmado, le dabas una botella de Oporto y te dirigía la carga de la Brigada Ligera él sólo.Image
Yo los veía como mínimo una vez al año, y aunque eran un peligro, son 2 de las personas que más he admirado.

Se conocieron en Eton, el internado más rematadamente pijo de Inglaterra.

De sus aulas salen primeros ministros, grandes empresarios y balas perdidas como estos dos.Image
No conozco los detalles, pero ambos acabaron expulsados del colegio tras liarla parda en una noche de borrachera.

Aficionadísimos a los coches, por lo visto se pusieron a hacer carreras por el campus hasta estrellarse contra la iglesia...Image
Detenidos por la policía, que ya los conocía por su nombre y largo historial, los enviaron a casa con una amable carta del decano, deseándoles mucha suerte en la vida.

¡Good luck lads!Image
Como no era la primera vez que la liaban, mi bisabuelo, harto de sus tonterías, les puso un uniforme pardo y los alistó en la British Expeditionary Corps, es decir, el peor destino militar de la 2ª Guerra Mundial.

Estamos en el Norte de Africa. 1941.Image
Aquí entra en escena otro de los protagonistas de esta historia.

David Stirling. Mirad la cara de angelito y buena persona.

Pues no.

Una fiera. Indomable. Terco como una mula. Una mala bestia.Image
Evidentemente, fue conocerse los 3 y caerse bien al instante.

Además, vuelvo a lo de antes, estos eran unos chalados de los coches, del whisky sin hielo, y de las señoras de poca memoria.Image
El frente africano en 1941 era un drama. Aunque los británicos tenían posiciones asentadas en Egipto, los alemanes (Rommel) hacían lo que querían.

Dominaban las líneas de suministro, y bloqueaban el acceso al Mediterráneo.Image
Stirling tuvo una idea. Se propuso acabar con el dominio alemán.

¿Cómo?

¡Fácil! Propuso crear una unidad pequeña de soldados altamente preparados, capaces de infiltrarse en líneas enemigas y causar el máximo daño posible.Image
¿Habéis oído hablar de los SAS, los Comandos británicos?

Pues eso es lo que se inventó Stirling.Image
¿Adivináis quiénes fueron el 1º y el 2º en apuntarse?
Efectivamente.

De hecho, fue idea de mi abuelo que esta unidad fuera motorizada, y no aerotransportada.
En lugar de tirarse en paracaídas, usaban jeeps americanos, mucho más eficaces para hacer incursiones por el desierto.Image
Si habéis oído hablar de “El milagro de El Hatibi”, o de “Los 50 de Wadi Harum”, pues eso fueron hazañas de esta pandilla de salvajes en uniforme.

Pero esto, mejor os lo explico otro día.Image
Lo que quería es que entendiérais que el vínculo entre estos primeros integrantes de los SAS era muy estrecho, más que militar, fraternal. Eran los elegidos para lo imposible.Image
Cuando acabó la guerra, tanto Stirling como sus soldados recibieron múltiples honores. Mi abuelo recibió un CBE. Fergus acabó siendo médico personal de la reina, pero bueno… al lío, que me despisto…Image
Una de las gratificaciones que recibieron fueron unas parcelas con casa en el Club de Golf de Wentworth, que está muy cerca del castillo de Windsor.

Es y era el típico remanso de paz para jubilados de buena familia y carrera, con una parte reservada para héroes de guerra.Image
Así es como Stirling, Fergus y mi abuelo Jonathan acabaron viviendo en el campo de golf.

Y allí es donde les visitaba los últimos años. Un sitio idílico, a 20 minutos de Londres, repleto de jubilados explicando batallitas.Image
Ahora entra en escena el malo de la película.

Este billonario chino hortera: Yan Bin.

Muy cercano al partido Comunista, hizo el dinero con la licencia para China de Red Bull, que allí se vende como casi un remedio medicinal de lujo.Image
Como muchos otros millonarios chinos, en 2014 salió de compras.

Cuando estamos caprichosos, tú y yo nos compramos un libro o un jersey.

Yan Bin, no.

El se compra un campo de golf.Image
¿Cuál comprar?

Ni puta idea. Si él ni siquiera jugaba a golf.

Alguno cerca de Londres y del Castillo de Windsor, que así mola más.

El Club de Golf de Wentworth.Image
¿Su idea?

Echar a los residentes del campo y convertirlo en un resort de lujo para super-millonarios como él.
Conflicto garantizado…

Llevaba años escuchando las quejas de mi abuelo:
¿Cómo que echarme de mi casa?Image
"Who the hell does he think he is?", se quejaba mi abuelo.

Este tema llevaba años en las portadas de los periódicos británicos:

“Los ricos luchan contra los ultra-ricos”Image
Juicios e intentos infructuosos de mediación.

No hubo manera.

Yan Bin seguía con sus planes: Echarlos a todos, demoler sus casas y construir una horterada para horteras con mucha pasta.Image
La fecha de expulsión estaba fijada para Mayo de 2021.

Mi abuelo, su amigo Fergus, y el mítico Stirling a la calle. Como muchos otros.

Increíble. Inimaginable. Muy doloroso.Image
Conociéndolo, eso no era algo que mi abuelo fuera a tolerar.

Había convocada una última Junta de Miembros del Club, con asistencia de Yan Bin.Image
Ese mismo día, mi abuelo me envió esta foto por whatsapp.

Me heló la sangre.

Había sacado del garaje su viejo Jeep, que guardaba y cuidaba mejor que a sus nietos.

"No puede ser", pensé.Image
Mi abuelo añadía una última nota. Este mensaje.

"Nuestra última carga.

Stay with me. My blood."

El grito de guerra de los primeros comandos del SAS.Image
Las noticias de la tarde llevaban la historia en portada.

Al principio, noticia de ataques de unos hombres de camuflaje...

Resistencia por parte de los guardaespaldas chinos, dada la situación, más armados de lo normal.Image
Por la noche, la explosión de todo el club, con Yan Bin dentro, sus secuaces y aquellos atacantes de camuflaje.

Sin noticias de mi abuelo Jonathan, ni Stirling, ni de Fergus...Image
Celebramos el funeral a la semana siguiente.

Fue la última vez que visité Wentworth.Image
Como cada 10 de Mayo, es un día triste.
Aquello sucedió hace 3 años.

Mi abuelo murió el año pasado en Costa Rica, adonde escapó con sus 2 camaradas, tras "pegarle una tunda al chino ese y dejarle sin su jodido campo de golf"

No me pude despedir de él.Image
Hasta aquí la historia de hoy.