Pierrette

Mayo de 1987

Jean-Marie Le Pen, líder de la ultraderecha francesa, tiene delante suyo una revista.

Lo que ve en ella le hace estallar de rabia y furia.

Acaba de quedar en ridículo delante de toda Francia.

Como siempre, las buenas historias hay que explicarlas desde el principio.

Empecemos... 
Pierrette Lalanne es una niña bien francesa.

Nacida en 1935 en el seno de una familia de comerciantes de vino del Sur de Francia.
En 1956 se casa con Claude Giraud, un empresario de bastante éxito, que dirige entre otras cosas el Grand Ballet de MonteCarlo.
Aunque se divorcia de él al poco tiempo, son años dulces, en que Pierrette pasa a formar parte de la jet-set parisina. Se hace imprescindible del Élysée-Matignon, club de moda por donde pasan todas las estrellas del cine, como Sophia Loren o Gina Llobrigida. 
En 1958 Giraud le presenta a un conocido suyo, del que dice “un día será Presidente de Francia... o su dictador”

Es Jean-Marie Le Pen.

El flechazo es instantáneo.
Jean-Marie Le Pen era en aquellos momentos un prometedor joven de 30 años.
Abogado.
De ardientes convicciones políticas.
Soldado en la Guerra de Indochina y más tarde de Argelia, por la que recibiría la Croix de la Valeur Militaire.
Es además Diputado en la Asamblea Nacional.
Se casan en París dos años más tarde, el 29 de Junio de 1960.

Pierrette tiene 25 años.
Tienen 3 hijas: Marie-Caroline, Yann y Marine, hoy en política.
1972 es para la pareja un año convulso:

Jean Marie funda el Frente Nacional, partido de ultraderecha.

Pierrette amaga con pedirle el divorcio, aunque acaba desdiciéndose.
Llegan los años del auge político de Jean-Marie y el FN. Su discurso anti-inmigración cala en una Francia que comienza a recibir población del Norte de Africa y que al mismo tiempo sufre las consecuencias de la Crisis del Petróleo. 
Su partido no para de crecer durante la primera mitad de los 80, consolidándose como 4ª fuerza del país, con un discurso cada vez más duro, más de extrema derecha, más de oposición al Presidente Mitterrand.
Jean-Marie se labra su imagen pública a base de declaraciones cada vez más polémicas, algunas de las cuales le llevarán ante la Justicia. Pone en duda el Holocausto, desprecia públicamente a los enfermos de SIDA... el todo vale.
Llega 1984.

Decidido a blanquear su imagen, Jean-Marie le encarga su biografía al periodista Jean Marcilly.

Para facilitarle las cosas, le abre las puertas de su casa. Marcilly se instala en su palacio de Montretout.
Pasa lo que tiene que pasar cuando convives con un racista, xenófobo y violento. 
El 10 de Octubre de ese mismo año, Pierrette abandona el domicilio familiar de la mano de Marcilly.

Esta vez sí, le pide el divorcio a Jean-Marie. 
Comienza entonces uno de los procesos de divorcio más mediáticos de la historia de Francia.

Ambas partes se dedican a ventilar sus trapos sucios en la prensa. 
Pierrette acusa a Jean-Marie de ser violento, pro-nazi y anti-semita.

Casi nada, para una Francia que aún no se ha reconciliado con sus casos Dreyfus y su sentimiento de culpa de la 2ª Guerra Mundial. 
Jean Marie monta en cólera. Se niega a pagarle una pensión alimenticia a Pierrette, que le demanda judicialmente.

Estamos a 1 año de las elecciones presidenciales. Jean-Marie aspira a consolidar el auge del Frente Nacional y, quién sabe, si a entrar en el Elíseo.
Llegamos a Mayo de 1987.

Pierrette insiste en reclamar su pensión.

En una entrevista Jean-Marie realiza unas declaraciones que tendrán efectos imprevistos:

“¿Pensión? ... Si Pierrette necesita dinero, que se ponga a limpiar casas”. 
Búmmmmm!

Jean-Marie no lo sabe, pero acaba de meterse en un gran lío.

“A limpiar casas...”

“Quel connard”, piensa Pierrette.

Le Pen, candidato a la Presidencia de Francia. 
Se lanza la Operación Bonne Maman.

El director de la revista contacta con Pierrette.

Se ponen de acuerdo rápidamente. 
Aunque más tarde se sabrá que la oferta fue de unos 500.000€ de hoy en día, Pierrette no tarda nada en tomar la decisión.

Realizan con discreción todo el trabajo en 2 días.

El secretismo es total. 
Varias semanas más tarde.

La revista llega a los kioscos de toda Francia.

Los 250.000 ejemplares iniciales se agotan en nada.

Rápidamente se imprimen 150.000 ejemplares más.
¿El motivo?

Pierrette aceptó el reto de Jean-Marie y se puso a limpiar casas...

... pero a su manera.

La revista era Playboy. 
En sus páginas aparece Pierrette, decidida a demostrarle a toda francia que ella también es capaz de ganar un sueldo limpiando casas...
Jean Marie estalla colérico.

Mientras tanto, Francia pasa de la perplejidad a la risotada, al ver como una mujer humilla públicamente a Jean-Marie Le pen, teórico guardián y valedor de los valores tradicionales franceses. 
Epílogo.

Pierrette obtiene el divorcio a finales de año.

Las hijas cortan la relación con la madre, a la que dejan de considerar como tal.

A pesar de obtener el 14’4% de los votos, Le Pen cae eliminado en la primera vuelta.

Mitterrand vuelve a ganar las elecciones.
Años más tarde, las hijas se reconciliarán con la madre.

Su hija Marine seguirá los pasos de su padre en política, llegando a liderar el Frente Nacional.

Será la propia Marine quien en 2015 expulsará a su propio padre del partido que él mismo fundó.
A limpiar casas...