Viladellops

 Hace poco visité un pueblo cerca de Barcelona.

Un pueblo precioso, encantador, rodeado de viñedos.

... pero que alberga el recuerdo de una historia terrible.

Una historia a la que he dedicado horas de investigación, con pobres resultados.

Acompáñame y te la explico...
Aviso: Esta es una historia compleja, por múltiples motivos.

Las fuentes históricas son escasas.
Los detalles, circunstanciales.
Los personajes, desconocidos.

... pero si insistes, te la explico... 
Bien, me alegra que me acompañes.

El pueblo, como te decía, es precioso. A escasa media hora en coche de Barcelona.

¿Su nombre?

Viladellops.
(En castellano, Villa de Lobos)

Un buen nombre.
Nada en su aspecto hace presagiar lo que sucedió allí hace varios siglos.

Está rodeado de viñedos y suaves colinas, que con la puesta del Sol se convierten en olas de terciopelo verde...
El pueblo en realidad es minúsculo: Un par de casas señoriales, y una decena escasa de casas de pueblo.

Hay también un buen restaurante, La Cantina, donde se come muy bien.

Al pueblo se llega por una carreterita de grava, tan plácida como polvorienta.

Ríete tú de la Toscana!

Al llegar al pueblo, nos dá la bienvenida la torre medieval, construída en el s. X para defenderse de los ataques de los moros.
Recordad que en ella época, los árabes campaban a sus anchas por toda la Península Ibérica, y que la frontera con los condados catalanes estaba tan sólo a unos kilómetros al sur de Barcelona...

Precisamente, en Viladellops.
La torre es por tanto una torre de frontera, cuya misión era la de vigilar posibles incursiones sarracenas.

Si nos acercamos, vemos que tiene a su lado una pequeña capilla.
Una capilla a la que se accede por una escalera de piedra.

3 bastos escalones de difícil acceso, pero que permiten mirar a través de la puerta, cerrada con gruesos barrotes de hierro, a modo de cárcel.
Dentro, un esqueleto centenario, sucio, polvoriento.

Cubierto con un gorro de paja.

Con una tina de vino al lado.
Os podéis imaginar mi reacción cuando lo ví!

Un esqueleto, quizás milenario, encerrado eternamente en una prisión de piedra.

Primero, susto.
Después, curiosidad, mucha curiosidad.

Necesitaba saber quién era, o fue, ese personaje.
Aquí es donde entran en acción estos dos hermanos, que regentan el restaurante del que os hablaba.

Según ellos, ese esqueleto llevaba en la torre no menos de mil años... o al menos eso les había explicado su abuelo.
Ya sabéis que hay historias que se transmiten de generación en generación.

Historias que los abuelos explican a sus nietos, frente a lo que los catalanes llamamos, la "llar de foc".
Pues bien, estamos allá por el año mil.

Los catalanes medievales hace poco que han recuperado aquellas tierras. Que viven en relativa paz.

Vida de campo.
Pero de cuando en cuando, expediciones musulmanas asolan esas tierras. Las temidas razzias.

Expediciones de saqueo.
Robar.
Violar.
Crear el terror.

De ahí la construcción de torres de defensa, como la de Viladellops.
¿Quién era el capitán de estas expediciones?
¿El más temido?
¿El más cruel?

Pues no era otro que Abd Al Jayal.
Pues bien, hacia el año 1000 lanzó una de sus razzias contra Olèrdola, un castillo medieval próximo a Viladellops.
La masacre fue enorme.

Las escasa fuerzas del castillo no pudieron resistir la crueldad del capitán moro.

El combate fue tan breve como sangriento.
Tras la batalla, Abd Al Jayal acampó con sus tropas en Viladellops.

Su idea era pasar allí la noche y salir al día siguiente rumbo a Barcelona.

Una noche de descanso, antes de la batalla definitiva.
Llegados a este punto, vale la pena detenerse y preguntarnos, ¿por qué Viladellops se llama así?

Villa de Lobos.
Muchas son las leyendas y tradiciones que tienen su orígen en el Lobo, este poderoso y astuto animal.

Animal que en s. X todavía habitaba en nuestros bosques y montañas.

Aquí es donde entramos de lleno en el terreno de la leyenda...

Un viaje que enlaza Viladellops con la Roma clásica.
Poco se sabe de la festividad de los Lupercales.

Cada año, a mitades de Febrero, jóvenes romanos se impregnaban de la sangre de un cordero y corrían semidesnudos por Roma, aullando como lobos.
Era un festival consagrado a la fecundidad, pero cuyo significado último no se ha conocido hasta hace poco.

La emulación del lobo.
Estudios recientes (¿os he hablado de la Geniza de El Cairo?) han descubierto la íntima relación de las Lupercales con rituales iniciáticos, el adiestramiento del lobo.

La conversión en lobo. Licantropía.
Volvemos a Viladellops.

Noche del 14 de Febrero de hace más de 1.000 años.

Abd Al Jayat descansa tranquilamente en su tienda.
Está agotado. Ha degollado a más de 100 cristianos. Violado a varias mujeres.
... cuando le despierta un ruído lejano, que se acerca cada vez más.

Un ruído frenético. Medio humano, gritos, medio animal, como de aullidos.
Al poco, los alaridos de sus soldados rompen la noche.

El ataque de los lobos es tan salvaje como repentino.

Unos hombres desnudos los acompañan. Gritando como fieras.
Sólo Abd Al Jayat sobrevive.

Sus soldados yacen despezados por el rojo suelo.

Y de repente sucede algo insólito...

Un lobo, enorme, negro como la noche...
... arrastra a Al Jayat hasta la torre.

Lo hace entrar, y con el hocico cierra la puerta.
Cuenta la leyenda que un 14 de Febrero de hace casi 1.000 años, una manada de lobos vengó la muerte de los cristianos de Olérdola.

Una manada de lobos que dió nombre al pueblo.
Y que Abd Al Jayat sigue encerrado en esa torre de piedra, a la espera de un perdón que no llegará jamás.
--- Fín ---