Napoleón

 Mucho se va a hablar de Napoleón en los meses que viene...

En Noviembre se estrena la película que le ha dedicado Ridley Scott, y cuyo trailer tiene muy buena pinta.

Pero yo os quería explicar otra cosa: El viaje que Napoleón hizo con alguien que igual os suena... 
Image
Por situaros un poco: Estamos en Abril de 1814.

Napoleón acaba de regresar a Francia después de su desastre en Rusia.

Es un Napoelón derrotado. Su ejército, una sombra de lo que fue.Image
Las potencias europeas le fuerzan a ratificar el Tratado de Fontainebleau.

En él, Napoleón renuncia a ser Emperador y acepta el exilio en una pequeña isla de la Toscana: Elba.Image
Un detalle poco conocido es que oficiales británicos lo acompañaron en su viaje, cruzando Francia hacia el Sur, hasta tomar un barco en el Mediterráneo.

Os adjunto la ruta aproximada, para que os hagáis una idea.Image
Uno de esos oficiales británicos era un Jack Wills.

Sí, efectivamente, un antepasado mío, un Wills, que gracias a su dominio del francés, pudo compartir conversación y confidencias con Bonaparte.Image
Recuerdos y añoranzas de batallas y conquistas, sí.

Pero también la melancolía por lo perdido, especialmente por su hijo, prisionero de facto de los austríacos.Image
Fueron muchos días de viaje, a caballo, descendiendo por el Valle del Loira.

Y fue en una de estas etapas, en que Napoleón, sus vigilantes, y mi antepasado Jack Wills llegaron a la cartuja de Bonpas, en el pueblo de Gigondas.Image
Lugar donde, por cierto, se elaboran unos vinos excelentes, como el Grand Prieur, de la casa Boisset.

Buenísimo, y por sólo 14 euros.Image
Estaban ya a finales de Mayo, y el calor del día quedaba suavizado al caer la tarde.

Napoleón y Jack tuvieron otra de sus muchas conversaciones, sobre lo divino y lo humano.Image
Napoleón, mirando a aquellas ruinas, del antiguo convento cartujo, dijo:

"En otra época, el destino me habría lanzado quizás a ese claustro. En aquella época el catolicismo gobernaba el mundo. Todas esas congregaciones de monjes eran ejércitos. Quizás habría sido su comandante"Image
Jack Wills no supo entonces leer las intenciones de Napoleón, que estaba ya decidido a volver sobre Francia, escapando a su exilio en Elba.Image
Pero lo más extraño de la conversación vino después, cuando Napoleón le pidió un favor a Jack Wills...

-"Pase lo que pase conmigo, ocúpate de mi hijo"

Y en señal de agradecimiento, Napoleón le dió un medallón de bronce, que ha llegado a mis manos 2 siglos después.Image
Este viaje quedó en parte recogido en el libro que escribió el oficial de la Navy Sir Thomas Ussher.

En él, Ussher habla de "la profunda amistad que el Capitán Wills trabó con el francés, y el pacto que ambos sellaron".Image
Pero bueno, esta es otra historia, que ya os explicaré otro día, sobre cómo Jack Wills intentó rescatar al hijo de Napoleón de la corte de Viena.Image
Bueno, si insistís mucho, os explico esa historia...

Vosotros decidís: 
El resto de la biografía de Napoleón es la de una caída... su fuga de Elba, los 100 días y su exilio definitivo y muerte en Santa Helena.

Un triste final para uno de los personajes más importantes de la historia de Europa.Image
Hasta aquí el mini-Hilo de hoy.

Espero os haya gustado.