Alex Jones, el HDP

 Hola, deja que te presente a un hijo de puta.

A este hijo de puta.

Se llama Alex Jones.

Los hijos de puta casi siempre se salen con la suya.
Jodiendo a los demás.

Menos esta vez.

Deja que te lo explique.
Aviso: Esta es una historia dura. Triste. Trágica.

Con un final agridulce.

Es una buena historia.

Y como toda buena historia, hay que explicarla desde el principio. 

CAPÍTULO I: Adam Lanza

Mira bien a este sonriente niño.

Se llamaba Adam Lanza.

Nació en 1992.
Un niño como cualquier otro.

Padres divorciados. Un hermano. Vivía con su madre.

Iba al colegio.

Los problemas llegaron con la adolescencia.
Comportamientos extraños. Un chico muy nervioso.
Con comportamientos crecientemente obsesivos. Como cambiarse de calcetines 20 veces al día. O no tocar el pomo de una puerta sin lavarse después las manos.
Delgadez extrema, apariencia frágil, comportamientos extraños, poco sociable…

En su colegio, no era un chico popular. Inteligente, pero sin destacar.
El típico NERD, apuntado al club de Tecnología.
Su madre, como se sabría más tarde “una entusiasta de las armas de fuego”, que tenía hasta una docena de pistolas y fusiles de asalto en su domicilio.

Comportamientos cada vez más extraños. Más obsesivos. Más asociales.
A los 13 años se le diagnosticó Asperger.
A los 14, Trastorno Obsesivo-compulsivo.
Le recetaron anti-depresivos.
A los 3 días dejó de tomar la medicación. Nadie le insistió en tomarla. Ni la madre,ni el padre,ni los servicios médicos.
No volvió a recibir asistencia psiquiátrica.
Varios cambios de colegio. Hasta que cumplió 16.
Dados los crecientes problemas, su madre decide escolarizarlo en casa.
Adam se encierra cada vez más en su habitación.
El y su ordenador. Videojuegos y cada vez, más videos sobre matanzas con armas de fuego.
Renuncia a hablar con su hermano o su padre.
Tapa las ventanas de su habitación con bolsas de basura.
Se comunica con su madre sólo por eMail.
Obsesión por las armas.

Mide 1’83m y pesa 51kg.

No salta ninguna alarma.

CAPÍTULO II: La tragedia

Mañana del 14 de Diciembre de 2012

Adam Lanza mata a su madre de 4 disparos en la cabeza.

Luego sube al coche y conduce hasta su antiguo colegio, Sandy Hook School.

Va armado hasta los dientes.
No quiero entrar en detalles de lo que sucede a continuación.

Simplemente deciros que la masacre de Sandy Hook es el 4º tiroteo con más víctimas mortales de la historia de EEUU.
26 víctimas. 6 adultos y 20 niños de entre 6 y 7 años de edad.

Al final, Adam se suicida.

A sus pies, un arsenal.

CAPÍTULO III: Y el demonio andó entre nosotros…

Volvemos con Alex Jones.

El hijo de puta.

Os pongo en contexto…
La democracia es el mejor de todos los sistemas políticos.

Un sistema equilibrado de deberes y libertades, que nos brinda un sistema de convivencia.

Pero tiene defectos…
Uno de ellos es que hay gente que, escudándose en la Libertad de Opinión y Expresión, se dedica a emponzoñar la vida pública. A difundir mentiras y sembrar el odio.

Personas como Alex Jones.

Teóricos de la conspiración. Fabricantes de Fake news. Ideólogos de extrema derecha.
La plataforma de Alex Jones es InfoWars.

Una web que usa como altavoz de sus mentiras.
¿Los atentados de las Torres Gemelas? Una conspiración del gobierno contra el pueblo americano.

¿Los atentados de la maratón de Boston? Un montaje.

¿Pizzagate? o como el partido demócrata forma parte de una conspiración pedófila secreta...

Todo vale.
Pero Alex Jones cruza la línea…

Esa delgada línea roja entre la delirante mentira y la calumnia.

Alex Jones sostiene que la masacre de Sandy Hook fue un montaje.

Que nadie murió.
Que la masacre fue un montaje auspiciado por activistas anti-armas.

En definitiva, que los familiares de las víctimas mienten.
Imaginároslo:

Has perdido a un hijo. Un crío de 6 o 7 años.

Y va, y en la radio, en la tele, en twitter, en todos lados, dicen que es mentira.

Que te lo has inventado. Que tu hijo no ha muerto.

Que eres un conspirador contra EEUU.
Día tras día. Durante meses. Años.

Familiares de las víctimas sufriendo el acoso de activistas de extrema derecha.

El sufrimiento.

Familiares que no pueden más. Algunos se suicidan. 
Hasta que se les inflan los huevos/ ovarios.

Atención... nos os despistéis, que esto coge velocidad... 

CAPÍTULO IV: El largo camino judicial

La primera demanda por difamación llegó en Abril de 2018.

En Junio, 6 familias más se unen a la causa..

Hasta 15 demandas.
Pero Alex Jones se siente seguro. Intocable.

Alega que esas demandas son un intento de hacerle callar.
De negarle su derecho a hablar, a expresar su opinión.
Como os decía, la democracia no es del todo perfecta.

A veces, para protegernos a todos, se ve obligada a cobijar a hijos de puta como Alex Jones...
El juicio se alarga varios años.

Los medios de comunicación hacen un seguimiento exhaustivo.

El se aprovecha. No mpara de lanzar su propaganda putrefacta.
Alex Jones tiene tiempo de prepararse.
Defenderse.

Pero también de intentar proteger su patrimonio.
Ser un líder de la Extrema derecha es un buen negocio.

En sus muchos años de activismo conspiranoico ha amasado una fortuna.

Pero llega el día.

Del Veredicto.

Final.

CAPÍTULO V: Jódete, hijo de puta

12 de Octubre de 2022

El jurado dicta sentencia.

Alex Jones es declarado culpable.

Pero eso no es todo.
Se le condena a pagar una indemnización a las familias demandantes.

Una indemnización sin precedentes. Que marca un antes y un después.

Una indemnización que es un mensaje claro:

Basta ya de mentiras. De fake news. De falsedad y odio.
Alex Jones es condenado a pagar 965 millones de $.
965.000.000 dólares.

Jódete, hijo de puta.
--- Fín ---

Hasta aquí el hilo de hoy, que deja abiertas muchas preguntas sobre la sociedad americana... 
1) ¿Cómo es posible comprar armas de fuego como si fueran chuches?

2) ¿Cómo es posible que un chico con problemas psiquiátricos graves esté sin diagnosticar ni tratar?

... y más importante:

3) ¿Cómo es posible que se dén los puntos 1 y 2 anteriores, y no salte ninguna alarma? 
Pues eso. Preguntas sin respuesta.
Como siempre, gracias por leerme.