Tony

Hay que tener fuerza de carácter y mucho aguante para trabajar en la UCI de un hospital infantil.

Su personal médico está habituado a los casos más desesperados.

Esos médicos han visto de todo... o eso creían... hasta la noche en que llegó Tony.
Los médicos del Evelina Children's Hospital de Londres no estaban preparados para lo que vieron hace 5 años.

Esta es la historia de Tony Hudgell, aunque al principio se llamaba sólo Tony.
Pero como siempre, las buenas historias hay que explicarlas desde el principio, aunque ya aviso, esta empieza de forma dura, muy dura.
Dar a luz hoy en día es un procedimiento médico complejo pero casi carente de riesgos.

No era lo mismo hace 154 años: No eran pocas las veces que un parto acababa con la vida de la madre y/ o el neonato.
El 4 de Diciembre de 1866 habría sido otro caso trágico más que apuntar en la estadística:

El hijo de Ferdy nació prematuramente, ya muerto. Su amada esposa Evelina murió a las pocas horas.
Ferdy no volvió a casarse, y el dolor por haber perdido a su esposa y su hijo le acompañó toda su vida.

Como os decía, este habría sido otro caso triste más, sino fuera por un detalle...
Ferdy era el Barón Ferdinand de Rothschild, miembro de la célebre dinastía de banqueros de orígen austríaco, en aquel momento ya afincados en Londres.
Un año después de la muerte de su esposa, Ferdinand donó el dinero necesario para construir un Hospital infantil y dotarlo de los recursos necesarios para evitar tragedias como la que había vivido: Se fundaba el Evelina Children's Hospital.
150 años después, el Evelina sigue siendo el hospital infantil de referencia del Sur de Londres. Por hacernos una idea, sería comparable al barcelonés Hospital de Sant Joan de Deu.
Una de sus características es que su Unidad de Cuidados Intensivos está preparada para todo. Cuenta con un servicio de traslado urgente desde todos los hospitales de la zona, con lo que allí llegan los casos más extremos.
Sus doctores/as y enfermeros/as son de los mejores preparados, y con el mayor compromiso personal, a pesar de no siempre estar bien pagados.
Pero nunca habían visto algo como aquello...

Volvemos con nuestro segundo y principal protagonista de hoy: Tony Hudgell.

Bueno, en aquella época tan sólo era Tony.
Tony entró por la puerta del Evelina Hospital con tan sólo unas pocas semanas de vida.

Uno nunca escoge donde nace.

Los hay que, como usted o como yo, hemos tenido suerte.
Los hay que tienen menos suerte, y van a nacer en zonas de conflicto o en la más extrema pobreza; pero aún y así, tienen algo de suerte, y nacen en el seno de una familia. Un padre y una madre que ven al nacido como una buena noticia, a pesar de todo.
Aunque nació en Londres, lo de Tony fue mucho peor.
Infinitamente peor.
Inimaginablemente peor.
Llegó al Evelina desahuciado. Con su vida pendiendo de un hilo.

Un hilo muy pero que muy fino.
No hace falta entrar en detalles, pero el personal médico del Evelina no había visto nunca maltratos tan crueles sobre un bebé, tanto ensañamiento.

Durante las semanas y meses siguientes, hicieron todo lo posible por salvarle la vida.
Hubo momentos en que perdieron la esperanza, pero tuvieron suerte:

A pesar de todo lo sufrido, Tony quería vivir.
Tras meses de tratamientos, Tony salió adelante.

Las secuelas fueron muchas y terribles, pero quizás las más relevantes fueron la amputación de sus dos piernas, resultado de las innumerables fracturas e infecciones.
Avanzamos 5 años en nuestra historia. Tras un calvario médico, Tony es ya Tony Hudgell.

Sus padres biológicos se pudren en prisión.

Así os jodáis hijosdelagranputa!
Tony ha sido adoptado por el matrimonio Hudgell, Mark y Paula.

Su madre adoptiva, Paula, es una mujer de armas tomar.

Preparaos, que vienen curvas!
Ha sido ella la que ha conseguido meter en el trullo a ese par de cabrones de mierda. Un inexplicablemente largo proceso judicial, pero que acaba bien.
Por cierto, al padre biológico le pegaron una paliza en prisión de la que casi no sale.
Justicia poética.
No acaba ahí el tema:

Paula Hugdell denuncia a los Servicios sociales británicos, a quien acusa de haber abandonado a su hijo a su suerte.

Toma ya! Que si negligencia por aquí, que si investigación del caso por allá.

Paula les saca los colores.

No contenta con eso, se decide a educarlo con total normalidad.

¿Que a su hijo le faltan las piernas?

¡Pues subiremos el mundo a su altura! For God’s sake!
El tratamiento de rehabilitación avanza lento. Tony le pone ganas, esfuerzo y una amplia sonrisa.

Pero no es fácil.

Andar, caminar... ese es el sueño.
La historia se empieza a poner interesante...
Pero a veces suceden cosas buenas.

Tony muestra mejoría. Aprende a coordinarse, a moverse, a no caer. Ayudado por su caminador, su taca-taca...
Finalmente llega el día en que le ponen dos piernas prostéticas.

Problema.

Imaginaos que supone eso para un niño de 5 años.

Volver a empezar. Lloros. Imposible.

- "Que no. Que no puedo mamá."
Pero Paula no se rinde. Los médicos tampoco.

Ayuda a su hijo. Con todo el amor, con todo el cariño.

- "Insiste Tony por favor."

- "No puedo mamá."
Pero pasa algo inesperado...

Alguien en la clínica de rehabilitación sube el volumen de la tele.

Están explicando una historia curiosa. Todos se emocionan al verla.
Tony mira la tele absorto. No puede desviar la mirada de la pantalla.

No se cree lo que está viendo.
Un anciano de 100 años acaba de dar 100 vueltas a su jardín.
Caminando muy a poco a poco. Ayudado de su caminador, su taca-taca.
Soldados de su antiguo regimiento le ofrecen un saludo solemne.
El Capitán Tom Moore sonríe, y mira sonriente y orgulloso a la cámara.
En ese momento se produce la magia.

Tom Moore y Tony Hudgell se cruzan la mirada, y de alguna forma que no alcanzo a comprender, hablan, se comunican.
El anciano de casi 100 años le dice claramente a Tony qué es lo que tiene que hacer.

De forma imperceptible para los demás, Tony asiente decidido.
Ya os digo que todo en la vida de este niño tiene un aire prodigioso.

Mira a su madre a los ojos, y le dice:

- "Yo quiero hacer lo mismo"
Y se pone a caminar.

Eso fue a principios de Junio.
Igual ya os lo he explicado antes, pero hay una costumbre muy británica: Plantearse un reto, darlo a conocer y pedir donaciones para una ONG.

En Catalunya sorprende, porque somos más de donar a la Marató de TV3.
En Inglaterra no.

Te planteas un reto, escoges una ONG y con mucha suerte, recaudas 100 o 200 libras en donaciones.
Volvemos con Tony.
El reto está claro.
Caminar.
Hasta ahí están de acuerdo madre e hijo.
Cuando Tony dice "10 kilómetros", la madre se espanta.
La ONG está también clara: El Evelina Children's Hospital.

Paula sueña con recaudar 500 libras para el hospital que salvó la vida de su hijo.
Avanzamos hasta hoy.

No os despistéis, que la historia coge velocidad... nunca mejor dicho!
Tony lleva ya 6,5 kilómetros andados.

No hay quien lo pare.

Difícil seguirle el ritmo cuando mete gas a fondo.

No hay curva ni bache que lo pare.

Cuesta que se esté quieto. Se mueve incluso cuando lo entrevistan por la tele, lo cual sucede de forma frecuente.
Sólo se está quieto cuando su ídolo, el futbolista del Chelsea, Frank Lampard le saluda por pantalla y le invita un día al campo.

Con ustedes, Tony Hudgell.
Un digno heredero de nuestro admirado Capitán (perdón, Coronel) Tom Moore.
——- FIN ——-