Hola.
Esta es la historia de Gino Bartali.
La historia de un ciclista italiano que lo ganó todo, tanto subido a su bicicleta, como bajado de ella.
Aún hoy, 24 años después de su muerte, se le conoce todavía como “El Justo” y “El Hombre de Hierro”.
¿Me acompañas?
La historia de un ciclista italiano que lo ganó todo, tanto subido a su bicicleta, como bajado de ella.
Aún hoy, 24 años después de su muerte, se le conoce todavía como “El Justo” y “El Hombre de Hierro”.
¿Me acompañas?

Te aviso, esta no es una historia cualquiera.
No es una historia de un deportista de éxito como los de hoy, llenos de tatuajes y más pendientes del márketing que de dejar huella.
Esta es la historia de alguien que hacía las cosas a su manera.
¿Te la explico?
No es una historia de un deportista de éxito como los de hoy, llenos de tatuajes y más pendientes del márketing que de dejar huella.
Esta es la historia de alguien que hacía las cosas a su manera.
¿Te la explico?
Empezamos...
Gino nació cerca de Florencia, en 1914.
Tercer hijo de 4 de una familia humilde.
De complexión fuerte y atlética, casi rocosa.
Nariz prominente y poderosa, su sello de identidad.
Tercer hijo de 4 de una familia humilde.
De complexión fuerte y atlética, casi rocosa.
Nariz prominente y poderosa, su sello de identidad.

Eran tiempos duros, y Gino comenzó a trabajar en una tienda de bicicletas a los 13 años.
Ahí descubrió su pasión: Esa máquina de 2 ruedas que le permitía evadirse, volar.
Ahí descubrió su pasión: Esa máquina de 2 ruedas que le permitía evadirse, volar.

Pronto dio el salto a la competición, primero como amateur, y ya en 1935 como profesional.
Ese mismo año ganó su primera etapa del Giro d’Italia y algo que sería su rasgo más distintivo, el título de “Rey de la Montaña”… porque Gino era un escalador nato…
Ese mismo año ganó su primera etapa del Giro d’Italia y algo que sería su rasgo más distintivo, el título de “Rey de la Montaña”… porque Gino era un escalador nato…

Su especialidad era bregarse con grandes pendientes, de esas que ponen a prueba tus pulmones y que te obligan a saltar del sillín. Pero Gino, no. Él impasible, bien sentado, respiración controlada y a dar el callo. Además, si podía ser con tiempo adverso, viento y lluvia, mejor.

Probó su primer Tour de Francia en 1937.
Iba bien. Llegó a vestir el maillot amarillo de líder.
Hasta que tuvo un accidente:
En una escapada el de delante resbaló y él se salió de la carretera, con tan mala suerte que acabó cayendo de un puente, 3 metros en vertical.
Iba bien. Llegó a vestir el maillot amarillo de líder.
Hasta que tuvo un accidente:
En una escapada el de delante resbaló y él se salió de la carretera, con tan mala suerte que acabó cayendo de un puente, 3 metros en vertical.

Los médicos lo mandaron para casa.
Gino habría seguido, pero claro, hay algo que no os he explicado.
Gino Bartali era una persona de profundas convicciones religiosas. Un católico de la vieja escuela, de esos de “si duele, te aguantas”, de hablar poco y hacer mucho.

Gino habría seguido, pero claro, hay algo que no os he explicado.
Gino Bartali era una persona de profundas convicciones religiosas. Un católico de la vieja escuela, de esos de “si duele, te aguantas”, de hablar poco y hacer mucho.


Gino volvió al Tour al año siguiente, y esta vez, sí, ganó.
Italia vencía a Francia en lo que entonces era el deporte rey, el máximo pique entre los 2 países.
Bartali volvió a Italia como un héroe, en loor de multitudes.
Todos lo adoraban, incluido Mussolini…
Italia vencía a Francia en lo que entonces era el deporte rey, el máximo pique entre los 2 países.
Bartali volvió a Italia como un héroe, en loor de multitudes.
Todos lo adoraban, incluido Mussolini…

… pero Gino iba a lo suyo. Tanta fama, tanto aplauso. Eso no era para él.
Y si venían de Mussolini, pues menos.
Cuando volvió a Roma Mussolini le organizó una fiesta.
Cuando le saludó al estilo fascista, brazo en alto, Gino miró por la ventana, hacia el Vaticano, y se persignó.
Y si venían de Mussolini, pues menos.
Cuando volvió a Roma Mussolini le organizó una fiesta.
Cuando le saludó al estilo fascista, brazo en alto, Gino miró por la ventana, hacia el Vaticano, y se persignó.

Está claro que Gino era muy poco proclive al régimen fascista, pero su fama le protegía.
Aquí llegamos a la 2ª guerra mundial. Italia entra en guerra al lado de los nazis.
Aquí llegamos a la 2ª guerra mundial. Italia entra en guerra al lado de los nazis.

Gino renuncia a alistarse, y con la excusa de continuar con su entrenamiento deportivo, se pasa los 5 años de guerra pedaleando cada día entre Florencia y Asís.
Quedaos con este detalle, 180 kilómetros de ida, 180 kilómetros de vuelta.
Quedaos con este detalle, 180 kilómetros de ida, 180 kilómetros de vuelta.

Toda Italia sumida en la desgracia de la guerra.
Gino continuó pedaleando, entrenándose para el día después.
Florencia- Asís. 360 kilómetros al día.
- « Ma chè cosa fai, Gino? »
- “Ando in giro, per tornare al Tour”
Gino continuó pedaleando, entrenándose para el día después.
Florencia- Asís. 360 kilómetros al día.
- « Ma chè cosa fai, Gino? »
- “Ando in giro, per tornare al Tour”

Volvió al Tour en 1948, una vez acabada la Guerra.
Fueron tiempos difíciles, pero que acabaron de forjar su leyenda.
Gino no iba bien. Le pesaban las piernas. Tampoco conocía a nadie. Todos los corredores que conocía habían muerto en la guerra.
No iba bien en la general… pero sucedió una cosa...
Fueron tiempos difíciles, pero que acabaron de forjar su leyenda.
Gino no iba bien. Le pesaban las piernas. Tampoco conocía a nadie. Todos los corredores que conocía habían muerto en la guerra.
No iba bien en la general… pero sucedió una cosa...

Palmiro Togliatti, líder del Partido Comunista italiano, había sufrido un atentado.
Italia estaba al borde del colapso, de la revuelta social y política. Barricadas y protestas.
Italia estaba al borde del colapso, de la revuelta social y política. Barricadas y protestas.

Según cuenta la leyenda, el Primer Ministro italiano, Giulio Andreotti, llamó por teléfono a Gino, a su habitación de hotel:
“Italia está al borde de la guerra civil. Italia necesita una victoria. Italia le necesita, Señor Bartali”.
“Italia está al borde de la guerra civil. Italia necesita una victoria. Italia le necesita, Señor Bartali”.

A pesar de una de las tormentas más duras que se recuerdan, que obligó al abandono de múltiples corredores, Gino Bartali ganó las 3 siguientes etapas, volviéndose a coronar campeón del Tour de Francia.
Italia volvió a la calma.
Italia volvió a la calma.

Al principio os decía que a Gino Bartali se le conoce todavía hoy por dos sobrenombres:
“El Justo” y “El Hombre de Hierro”.
Creo que os queda claro lo de “El Hombre de Hierro”.
Pero, ¿qué pasa con lo de “El Justo”?
Viajamos en el tiempo, de 1948 al año 2000…
“El Justo” y “El Hombre de Hierro”.
Creo que os queda claro lo de “El Hombre de Hierro”.
Pero, ¿qué pasa con lo de “El Justo”?
Viajamos en el tiempo, de 1948 al año 2000…

A la muerte del rabino italiano, Giorgio Nissim, sus hijos vacían el desván de su casa.
Montones de recuerdos.
Infinidad de papeles y documentos.
Montones de recuerdos.
Infinidad de papeles y documentos.

Entre ellos, destacan unos archivos con unas minuciosas anotaciones, los nombres de 800 judíos que en plena 2ª Guerra Mundial pudieron escapar del holocausto gracias a una red secreta…

Una red que fabricaba documentos de identidad falsos, para que esos judíos pudieran escapar de las garras nazis y huir.
Pero claro, no era fácil…
La imprenta de los documentos de identidad estaba en Florencia, y las fotografías en Asís.
180 kms de distancia.
Pero claro, no era fácil…
La imprenta de los documentos de identidad estaba en Florencia, y las fotografías en Asís.
180 kms de distancia.

Había que transportar los documentos entre una y otra ciudad, de forma secreta, sin levantar sospechas.
- « Ma chè cosa fai, Gino? »
- “Ando in giro, per tornare al Tour”
- « Ma chè cosa fai, Gino? »
- “Ando in giro, per tornare al Tour”

Gino Bartali se pasó la guerra transportando documentos falsos, escondidos en el cuadro de su bicicleta, para salvar a centenares de judíos.

Gino no solía alardear de sus proezas, ni de las deportivas, ni de las extradeportivas.
A preguntas de sus hijos, “Papá, ¿por qué lo llevabas en secreto?”, Gino solía responder…
“HAY MEDALLAS QUE SE LLEVAN EN EL ALMA, NO EN LA CHAQUETA”
A preguntas de sus hijos, “Papá, ¿por qué lo llevabas en secreto?”, Gino solía responder…
“HAY MEDALLAS QUE SE LLEVAN EN EL ALMA, NO EN LA CHAQUETA”

Hasta aquí mi 1er hilo de 2024. Gracias por leerlo.
Espero te haya gustado.
Espero te haya gustado.